Los materiales que se presentan en este espacio no es más que una invitación a iniciar la aventura de transitar por la Epistemología y Filosofía del Derecho. Para ello se ha necesitado de los materiales de internet y de algunos libros del responsable del blog. La originalidad será construida con la participación de ustedes; por lo que esperamos una constante lectura y crítica de las sesiones.
Modestamente creo que se peca de ser demasiado formalista y positivista al sostener que el derecho, lleva implícito al poder, tanto así que es impensable el uno sin el otro; esto es, entender al trinomio entre derecho, estado y poder como algo inseparable. Pienso que el trinomio mencionado no es con el derecho como tal, sino con la Ley. Si, así es, la con ley entendida ésta como producto del derecho. Al asumir la primera posición de que el derecho lleva implícito al poder; a través de un simple razonamiento lógico, se llega a la conclusión de que el derecho es la Ley; es decir, derecho = Ley, y creo que cualquier estudiante de derecho se daría cuenta que se está tomando un producto de algo como ese algo en sí. Dice el principio axiomático de la lógica de contradicción que una cosa no puede ser y no ser a la vez. En este caso, haciendo una comparación con la ciencia como objeto y el conocimiento —digamos de la física cuántica por ejemplo—, como producto, se tendría que la ciencia no podría ser conocimiento de la física cuántica, porque todos sabemos que la ciencia tiene un correlato más amplio. Lo mismo sucede con el derecho, sabemos que el derecho no es la Ley , sino que esta es solo un producto del mismo, y que el fenómeno jurídico es además una realidad, y no se agota de ninguna manera en una proposición normativa.
Compartiendo las ideas de Rodolfo Ihering, no hay más Derecho que el de la Fuerza; mejor dicho, que el que concede o permite la fuerza, pero ésta no en el sentido aristotélico de violencia; el derecho no es la fuerza misma, sino un resultado de ella; por lo tanto el derecho sin la fuerza resulta ineficaz; la fuerza sin el derecho se convierte en arbitrariedad.
Modestamente creo que se peca de ser demasiado formalista y positivista al sostener que el derecho, lleva implícito al poder, tanto así que es impensable el uno sin el otro; esto es, entender al trinomio entre derecho, estado y poder como algo inseparable. Pienso que el trinomio mencionado no es con el derecho como tal, sino con la Ley. Si, así es, la con ley entendida ésta como producto del derecho. Al asumir la primera posición de que el derecho lleva implícito al poder; a través de un simple razonamiento lógico, se llega a la conclusión de que el derecho es la Ley; es decir, derecho = Ley, y creo que cualquier estudiante de derecho se daría cuenta que se está tomando un producto de algo como ese algo en sí. Dice el principio axiomático de la lógica de contradicción que una cosa no puede ser y no ser a la vez. En este caso, haciendo una comparación con la ciencia como objeto y el conocimiento —digamos de la física cuántica por ejemplo—, como producto, se tendría que la ciencia no podría ser conocimiento de la física cuántica, porque todos sabemos que la ciencia tiene un correlato más amplio. Lo mismo sucede con el derecho, sabemos que el derecho no es la Ley , sino que esta es solo un producto del mismo, y que el fenómeno jurídico es además una realidad, y no se agota de ninguna manera en una proposición normativa.
ResponderEliminarCompartiendo las ideas de Rodolfo Ihering, no hay más Derecho que el de la Fuerza; mejor dicho, que el que concede o permite la fuerza, pero ésta no en el sentido aristotélico de violencia; el derecho no es la fuerza misma, sino un resultado de ella; por lo tanto el derecho sin la fuerza resulta ineficaz; la fuerza sin el derecho se convierte en arbitrariedad.
ResponderEliminar